Historias de vida
UN GIRO EN EL DESTINO
La Importancia de la organización
En los 90, no había móviles pero sí un puñetero cacharro negro que no paraba de pitar sin descanso llamado “busca”, casi siempre con los mismos mensajes: llama al fontanero, llama al escayolista, llama al dueño, llama al pintor, llama a la oficina, llama al cerrajero; y así entre cabina y cabina telefónica aprendí a organizar los trabajos de manera más eficiente, convirtiendo el caos en coordinación.
La revisión, imprescindible
Me llamó la propietaria, Carmen, una mujer simpatiquísima andaluza y a la que nunca la había visto enfadada, en un tono misterioso me dice: “¡Joze Lui vente pacá que pasa algo muy raro! cada vez que tiro de la cisterna se enciende el calentador del agua caliente”. Y así fue como aprendí que el inodoro no lleva toma de agua caliente, desde entonces siempre reviso cada instalación de manera intuitiva.
La planificación, fundamental
No siempre se consigue
No esperes más a cumplir tus deseos
A veces ocurre
Esther y yo hicimos la típica visita para coger notas, estado actual y medidas. Les asesoramos en todo aquello que nos requirieron, intercambiamos ideas y alternativas a las posibles distribuciones que podían encajar en la planta baja y en la de arriba. Pasados unos días enviamos el presupuesto con la intención de revisarlo con ellos y resolver las dudas, pero eso ya no sucedió porque se adelantaron a comunicarnos que ya habían tomado la decisión de que otra empresa les realizaría la obra, que estaban muy agradecidos por el trato y la confianza que les habíamos transmitido pero que la otra empresa era 6.000€ más barata y que ese dinero les venía muy bien para poder colocar la isla en la cocina.
Pasaron 9 meses y en otra visita con las chicas de la inmobiliaria les preguntamos qué tal con la familia de Tres Cantos. Su respuesta nos dejó con la boca abierta (aunque tristemente no sorprendidos): “a las dos semanas de comenzar la obra y hacer el segundo pago la empresa desapareció, están viviendo con sus padres porque no tienen el dinero suficiente para terminar la obra y que tampoco la casa está en condiciones para ir con los niños”.
El único animal que tropieza 2 veces...
Quedé con el propietario, era lunes por la mañana, subimos juntos en el ascensor, al abrir la puerta me encontré un piso a medio reformar, me imaginé lo que había ocurrido pero aún así le pregunté ¿qué ha pasado aquí? Respuesta: pues ya ves, que me han dejado tirado, el viernes discutimos y el sábado me llamó que me dejaba la llave dentro y que se marchaba de la obra. Le dije, mira no te preocupes se puede solucionar pero es una obra inusual para hacerte un presupuesto cerrado porque está todo empezado y nada terminado, vamos a hacer lo siguiente, mañana vengo con todo mi equipo (encargado, electricista, fontanero, carpintero, pintor y el parquetista) ellos revisarán el estado actual y lo que queda pendiente, de esta manera podré hacerte un presupuesto real ajustado. El martes hicimos lo convenido y el jueves le enviamos el presupuesto y el planing con fecha de terminación. El viernes por la tarde me llamó para comunicarme que ya había contratado a otra empresa más barata que nosotros.